Los sideróforos son metabolitos secundarios con una alta afinidad y espeficidad por el hierro que función como ligandos orgánicos, cuya función es la adquisición de hierro y son regulados positivamente cuando los organismos que los sintetizan necesitan hierro. Los autores escribieron la presente revisión sobre el papel de los sideróforos desde un punto de vista ecológico y evolutivo, pues su secreción tiene efectos cooperativos y competitivos en los miembros de la comunidad, y en el caso de las bacterias que colonizan a eucariontes, efectos en sus hospederos.
Desde el punto de vista evolutivo, una de las primeras preguntas que se tratan de responder es sobre el porqué de la aparición de los sideróforos difusibles como alternativa a los sistemas membranales de captura directa de hierro. Una posible explicación es que cuando el hierro se encuentra homogeneamente distruído y las bacterias se mueven en dicho medio, los sistemas membranales de captura pueden ser más ventajosos. Sin embargo cuando las bacterias están adheridas a superficies, las bacterias productoras de sideróforos pueden acceder al hierro que está más lejos de su entorno inmediato. De manera similar cuando el hierro se encuentra distribuído de manera de manera agrupada, como sucede cuando se forman particulas minerales, las bacterias con sistemmas de asimilación dependientes de membrana, requieren el contacto directo, mientras que las bacterias que presentan sideróforos pueden acceder a fuentes más lejanas de hierro.
Sin embargo, la mayoría de las veces las bacterias no viven solas, si no que forman parte de comunidades de bacterias, en las que surgen diversos tipos de interacciones como las interacciones, en las que grupos clonales de bacterias participan en su conjunto en la captura de las fuentes de hierro. Otro tipo de interacciones es la de la explotación, en la que organismos no productores de sideróforos cuentan con recptores para su captura, lo que da lugar a procesos evolutivos como la selección frecuencia-dependiente negativa, dónde las bacterias explotadoras experimentan beneficios solo cuando son raras, pues el agotamiento de la fuente de sideróforos tendría una consecuencia negativa en los cooperadores, que son necesarios para la sobrevivencia de los explotadores. La competencia ocurre cuando dos cepas de bacterias producen su propios sideróforos para la captura del hierro, o cuando una de ellas aparta el hierro de competidores que no tienen receptores para los sideróforos que ellas producen.
Uno de los primeros sistemas en los que se reconoció por primera vez el papel de los sideróforos en las interacciones con hospederos fue en la rizósfera (zona del suelo en contacto directo con las raíces de las plantas), en dónde la competencia entre bacterias benéficas y patógenas, puede resultar en la exclusión de los patógenos en beneficio de las plantas. Además de la competencia, se considera que la explotación puede ser importante durante las infecciones, en las que los sideróforos de las bacterias patógenas pueden actuar como factores de virulencia y dañar a los tejido del hospedero, pero organismos explotadores que utilicen los sideróforos de los patógenos pueden reducir la intensidad de la infección.
De
este modo es importante considerar a los sideróforos más que
simples transportadores de hierro y considerar su papel como
mediadores de interacciones con otros microbios y con eucariontes.
Referencia
Kramer,
J., Özkaya, Ö., & Kümmerli, R. (2019). Bacterial siderophores
in community and host interactions. Nature Reviews Microbiology,
1-12.