Microbioma intestinal de personas longevas.
Existen cada vez más estudios que comprueban y describen el rol fundamental en una amplia variedad de funciones que llevan a cabo las bacterias presentes en el microbioma de humanos. Además, se han identificado los factores que influencian la estructuración de estas comunidades de microorganismos, por ejemplo: dieta, género, estilo de vida, co-habitación y edad. Respecto a este último factor, a su vez, existen varios estudios que analizan el cambio en los microbiomas en función del tiempo, es decir, las bacterias que adquieres al nacer y que provienen principalmente de tu mamá, no son las mimas que cuando eres niño, joven o adulto, debido a los factores ya mencionados. No obstante, la mayoría son estudios que sólo hacen la descripción taxonómica. Así pues, Rampelli y colaboradores (2020), publicaron recientemente los resultados de su estudio de metagenómica (shotgun) del microbioma intestinal de un sector poblacional muy peculiar: personas con extrema longevidad (99-104 años). Estudiaron muestras de heces de 69 personas de distintas edades, que se clasificaron en las categorías de “jóvenes adultos”, “adultos” y a los adultos con extrema longevidad, a su vez los categorizaron en “centenarios” y “semisupercentenarios”.
En cuanto a taxonomía, encontraron resultados similares a lo previamente reportado, es decir, que la microbiota fecal se encuentra dominada por pocas familias, independientemente de la edad, algunos géneros son: Bifidobacterium adolescentis, Bifido- bacterium longum, Bacteroides uniformis, Faecalibacterium prausnitzii, Ruminococcus bromii, Subdoligranulum sp., Anaerostipes hadrus, Blautia obeum, Ruminococcus torques, Coprococcus catus, Coprococcus comes, Dorea longicatena y Roseburia sp.,. No obstante, hay géneros que si bien no son dominantes, encontraron que disminuían su abundancia en personas longevas, por ejemplo: Bacteroides uniformis, Eubacterium rectale y Faecalibacterium prausnitzii, y viceversa, hay géneros que aumentan conforme a la edad: E. coli, Methanobrevibacter smithii, Akkermansia muciniphila y Eggerthella lenta.
Respecto al análisis funcional, encontraron que en personas longevas, disminuían los genes implicados en el metabolismo de carbohidratos, y que interesantemente aumentaban los genes implicados en la degradación de xenobióticos, tales como el etilbenceno, clorobenceno, clorociclohexano, tolueno y caprolactama. La explicación que los autores nos brindan, es que al vivir en ambientes totalmente urbanizados, los humanos nos encontramos ante la constante exposición a dichos compuestos, por ello, nuestras bacterias se adaptan y seleccionan genes para poder metabolizarlos. Por ello, se van adquiriendo y acumulado dichos genes a través del tiempo y sería la razón por la que se encuentran en mayor abundancia en personas longevas. En adición a su hipótesis, también explican que las personas longevas pasan la mayor parte del tiempo en interiores, donde la presencia también de dichos xenobióticos, es mayor.
Aunque su principal hallazgo es referente a los xenobióticos, interesantemente también encontraron cambios en otras rutas metabólicas, por ejemplo: en personas longevas hay mayor abundancia de genes implicados en las rutas de ácido alfa-linoleico y glicerolípidos, y también hay mayor abundancia en rutas de aminoácidos como el triptófano, tirosina, glicina, serina y treonina.
Los autores concluyen que su principal observación a nivel funcional, es decir, la del incremento de genes de función de degradación de metabolismo en personas longevas, deja abiertas preguntas cómo determinar a nivel personal el nivel de exposición, por ejemplo, monitoreando directamente la presencia en el entorno de dichos compuestos. También resaltan la importancia de investigar mediante qué mecanismos se adaptan nuestras bacterias para que tenga un impacto positivo de protección para el estado de salud en nosotros los humanos.
Rampelli, S., Soverini, M., D’Amico, F., Barone, M., Tavella, T., Monti, D., … & Franceschi, C. (2020). Shotgun Metagenomics of Gut Microbiota in Humans with up to Extreme Longevity and the Increasing Role of Xenobiotic Degradation. Msystems, 5(2).